LEAMOS HOY 12 DE SEPTIEMBRE 2 REYES 22.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “Como te has conmovido y humillado ante el SEÑOR al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, que serían asolados y malditos; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el SEÑOR, lo afirmo” (Ver. 19)
COMENTARIO HISTÓRICO DE 2 REYES 22.-
Josías ascendió al trono a los ocho años de edad. El texto bíblico dice que: “Josías hizo lo que agrada al Señor, pues en todo siguió el buen ejemplo de su antepasado David; no se desvió de él en el más mínimo detalle”. Cuando cumplió los diez y ocho años, inició una de las reformas espirituales más importantes en el pueblo de Dios. Josías ordenó a los sacerdotes que restauraran el templo, cuando comenzaron a limpiar el templo, encontraron la Torah, el sumo sacerdote Hilcías, entregó el rollo a Safán y éste leyó la ley al rey Josías, quien por primera vez escuchó la Palabra de Dios. “Al leer el rey las profecías de los juicios que habrían de caer prestamente sobre los que persistiesen en la rebelión, tembló acerca del futuro”, rasgó sus vestidos y mandó a consultar a Dios sobre el futuro del pueblo de Jerusalén. La profetisa Hulda le mandó el mensaje de parte de Dios, que su misericordia se prologaba, y se extendía el TIEMPO DE GRACIA y que Josías descansaría en paz. El ejemplo de Josías, nos deja la lección que en cuanto el pecador desea cambiar su conducta y clama por perdón, Dios escucha la oración, se regocija, perdona, e inmediatamente envía mensajes de consuelo y perdón.
CITA SELECTA.-
“El rey debía confiar a Dios los acontecimientos futuros; no podía alterar los eternos decretos de Jehová. Pero al anunciar los castigos retributivos del Cielo, el Señor no retiraba la oportunidad de arrepentirse y reformarse; y Josías, discerniendo en esto que Dios tenía buena voluntad para atemperar sus juicios con misericordia, resolvió hacer cuanto estuviese en su poder para realizar reformas decididas. Mandó llamar inmediatamente una gran convocación, a la cual invitó a los ancianos y magistrados de Jerusalén y Judá, juntamente con el pueblo común. Estos, con los sacerdotes y levitas, se encontraron con el rey en el atrio del templo”.
(PR 294).
ORACIÓN:
PADRE. TE SUPLICAMOS PUEDAS PERDONAR NUESTROS PECADOS E IMPERFECCIONES. QUE TU GRACIA SALVADORA SE EXTIENDA MIENTRAS VIVAMOS. Y QUE TU SANTO ESPÍRITU NOS ENCAMINE POR LAS SENDAS DE UNA REFORMA ESPIRITUAL EN NUESTRAS VIDAS. POR JESÚS, AMÉN.