Capítulo 54—Reproches contra la extorsión
Este capítulo está basado en Nehemías 5.
Aun no se había terminado la muralla de Jerusalén cuando se llamó la atención de Nehemías a las condiciones desafortunadas de las clases más pobres del pueblo. Con la intranquilidad que reinaba, los cultivos se habían descuidado en cierta medida. Además, debido a la conducta egoísta de algunos que habían regresado a Judea, la bendición del Señor no descansaba sobre su tierra, y había escasez de cereal. {PR 477.1}
Capítulo 53—Los edificadores de la muralla
Este capítulo está basado en Nehemías 2, 3, 4.
Nehemías realizó sano y salvo su viaje a Jerusalén. Las cartas del rey para los gobernadores de las provincias situadas a lo largo de su ruta le aseguraron una recepción honorable y pronta ayuda. Ningún enemigo se atrevía a molestar al funcionario custodiado por el poder del rey de Persia y tratado con tanta consideración por los gobernadores provinciales. Sin embargo, su llegada a Jerusalén con una escolta militar, al revelar que venía en alguna misión importante, excitó los celos de los tribus paganas que vivían cerca de la ciudad y que con frecuencia habían manifestado su enemistad contra los judíos, a los que colmaban de insultos y vituperios. En esta mala obra se destacaban ciertos jefes de dichas tribus: Sambalat el horonita, Tobías el amonita y Gesem el árabe. Desde el principio, esos caudillos observaron con ojos críticos los movimientos de Nehemías, y por todos los medios a su alcance procuraron estorbar sus planes y su obra.