DESAFÍO: VIVIR EN ARMONÍA CON NUESTROS HERMANOS CARNALES Y HERMANOS DE IGLESIA

LEAMOS HOY 14 DE JUNIO SALMOS 133.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!” (Ver. 1).

COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 133.-

David cantó este salmo cuando estuvo escondido en la cueva de Adulam. El poema puede aplicarse a la familia, o a los hermanos que constituyen el pueblo de Dios: HERMANOS DE CARNE.– Se disfruta cuando se contemplan las fotos de un gran familia, donde están los bisabuelos, abuelos, hijos, nietos y bisnietos. Sin embargo, es lamentable, cuando muchas familias están distanciadas por problemas o diferencias que no quisieron enmendar a su debido tiempo. Los padres sufren cuando no pueden reunirse con todos los hijos, o se les prohíbe hablar o ver a los nietos. Muchas veces se contempla escenas donde uno de los cónyuges desaprueba que su pareja visite a sus padres o familiares. Algunos tienen problemas porque se alejaron de Dios y desprecian a sus hermanos fieles; otros tienen problemas por celos; otros tienen problemas por la herencia. Les comparto algunas ideas para vivir en armonía con sus hermanos y hermanas: 1) Celebren juntos los cumpleaños, aniversarios y eventos especiales; 2) Si viven en diferentes ciudades o países, hagan uso de redes sociales para que, en un horario acordado, se puedan comunicar una vez por semana, o una vez al mes; 3) Brinden compañía, ayuda financiera y apoyo espiritual cuando algunos de sus hermanos o hermanas estén pasando por crisis, pruebas, enfermedades o muerte. HERMANOS ESPIRITUALES.- La hermandad de la iglesia, es nuestra familia mayor. Cultivemos lazos de compañerismo y amistad, para apoyarnos en la vida espiritual, social, moral e intelectual.

CITA SELECTA.-

“No uséis nunca vuestra lengua y vuestra voz para descubrir y aumentar los defectos de vuestros hermanos, porque el registro del cielo identifica los intereses de Cristo con aquellos que compró con su propia sangre. “En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis”, “dice él (Mat. 25: 40). Debemos aprender a ser leales el uno con el otro, a ser tan fieles como el acero en la defensa de nuestros hermanos. Mirad vuestros propios defectos. Descubrid más bien una falta vuestra que diez de vuestro hermano”.

(LC 180).

OREMOS:

PADRE. TE AGRADECEMOS POR TENER HERMANOS DE SANGRE Y HERMANOS ESPIRITUALES. TE PEDIMOS QUE NOS CONVIERTAS EN INSTRUMENTOS DE RECONCILIACIÓN Y DE ARMONÍA PARA VIVIR FELICES CON NUESTRAS FAMILIAS Y CON LOS HERMANOS DE IGLESIA. POR JESÚS, AMÉN.