LEAMOS HOY 4 DE NOVIEMBRE JEREMÍAS 9.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:
“Así dice el Señor: “Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo con misericordia, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada afirma el Señor”.
JEREMÍAS 9:23-24
COMENTARIO HISTÓRICO DE JEREMÍAS 9.-
En este capítulo, Jeremías denuncia los pecados del pueblo: Mentira e idolatría. Luego, se enumeran tres cualidades que comúnmente se admira de las personas: sabiduría, poder y riqueza, sin embargo, las tres son pasajeras y efímeras. Para lograr lo eterno, Dios establece como prioridad, conocerlo en forma personal y vivir de acuerdo sus principios: misericordia y justicia.
NO NOS GLORIEMOS DE LA SABIDURÍA.- La sabiduría humana, el intelecto o la perspicacia política, son limitadas para resolver los problemas esenciales de la vida.
NO NOS GLORIEMOS DEL PODER.- El poder es efímero, y se esfuma con mucha facilidad, depositar nuestra confianza en el poder, traerá fracaso eterno.
NO NOS GLORIEMOS DE LAS RIQUEZAS.– Muchas personas que depositaron su confianza en el dinero, llegan a la angustia, locura, o suicidio, cuando se dan cuenta que el dinero desapareció.
GLORIÉMONOS EN CONOCER Y COMPRENDER A DIOS.- La satisfacción y gloria del hombre, debe consistir en conocer a Dios y disfrutar de su presencia. Tener esta comprensión de la divinidad, debiera ser orgullo supremo del hombre.
CITA SELECTA.-
“Estas palabras demuestran vívidamente la poca voluntad que tiene el Señor para castigar. Retiene sus juicios para suplicar a los impenitentes. El que ejerce “misericordia, juicio, y justicia en la tierra” (Jeremías 9:24), siente profundos anhelos por sus hijos errantes; y de toda manera posible procura enseñarles el camino de la vida eterna. Había sacado a los israelitas de la servidumbre para que le sirviesen a él, único Dios verdadero y viviente. Aunque durante mucho tiempo se habían extraviado en la idolatría y habían despreciado sus amonestaciones, les declara ahora su buena voluntad para postergar el castigo y para darles otra oportunidad de arrepentirse.
(PR 304).
ORACIÓN:
PADRE NUESTRO. TE PEDIMOS PERDÓN PORQUE EL PODER, LAS RIQUEZAS Y EL SABER HUMANO, HAN ESTADO ENVOLVIENDO EN FORMA SUTIL NUESTRAS VIDAS. TE PEDIMOS QUE CAMBIES NUESTRO ENFOQUE Y QUE NUESTRO SUPREMO DESEO SEA CONOCERTE Y COMPRENDERTE. POR JESÚS, AMÉN.