DESAFÍO: CUMPLIR LAS PROMESAS QUE HACEMOS A DIOS Y A NUESTRO PRÓJIMO

LEAMOS HOY 29 DE NOVIEMBRE JEREMÍAS 34.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR:

Todo el pueblo y los jefes que habían hecho el acuerdo liberaron a sus esclavos, de manera que nadie quedaba obligado a servirlos. Pero después se retractaron y volvieron a someter a esclavitud a los que habían liberado.”

JEREMÍAS 34:10,11

COMENTARIO HISTÓRICO DE JEREMÍAS 34.-

Durante el asedio babilónico, el rey Sedecías y los habitantes de Jerusalén se arrepintieron por no obedecer las leyes sobre los esclavos y para que Dios los auxilie del asedio babilónico, por eso, hicieron el pacto de liberar a los esclavos hebreos, porque según la ley, un esclavo hebreo, el séptimo año debía salir en libertad. Sin embargo, cuando los babilonios levantaron el asedio, para hacer frente al ejército egipcio que se aproximaba, pensaron que el peligro que amenazaba a su ciudad había desaparecido, y otra vez “los sujetaron como siervos y siervas”. Dios desaprobó esta conducta porque no cumplieron el pacto hecho con Dios y sus semejantes. De la misma manera, deberíamos cumplir las promesas o pactos que hacemos:

1) CUMPLAMOS NUESTRAS PROMESAS A DIOS.- Muchas veces cuando enfrentamos crisis, enfermedades, o problemas, prometemos muchos cambios en nuestras vidas. Sin embargo, cuando se resuelven las dificultades, nos olvidamos de las promesas que le hicimos a Dios;

2) CUMPLAMOS LAS PROMESAS A NUESTROS SEMEJANTES.- Las promesas familiares debemos cumplirlas: Si hemos hecho una promesa a nuestra pareja, debemos cumplirla con prontitud, eso incrementará la felicidad; Debemos cumplir las promesas que hacemos a nuestros hijos, estos actos permitirá aumentar la confianza en los padres.

CITA SELECTA.-

“Cuando la luz divina brilla en el corazón con inusitada claridad y poder, el egoísmo habitual afloja su asidero, y hay disposición para dar a la causa de Dios. Pero nadie piense que podrá cumplir sus promesas hechas entonces, sin una protesta de Satanás. A él no le agrada ver edificarse el reino del Redentor en la tierra. El sugiere que la promesa hecha es demasiado grande, que puede malograr los esfuerzos por adquirir propiedades o complacer los deseos de la familia.”

(HA 61).

ORACIÓN:

DIOS DE MISERICORDIA. TE PEDIMOS PERDÓN, PORQUE MUCHAS VECES, NO HEMOS CUMPLIDO LAS PROMESAS QUE TE HICIMOS A TI Y A NUESTRAS FAMILIAS. TE SUPLICAMOS QUE NOS AYUDES A SER RESPONSABLES Y CUMPLIR CON TODAS LAS PROMESAS QUE HACEMOS.  POR JESÚS, AMÉN.