LECCIÓN: El ABC de Oro de la Ley de Dios

LEAMOS HOY 31 DE MAYO SALMOS 119.

VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” (Ver. 11).

COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 119.-

El salmo 119 es el más largo del salterio, contiene 176 versículos, y es el capítulo más extenso de toda la Biblia. El único tema que se desarrolla en toda la poesía es la “Palabra de Dios”. El salmista usa una serie de sinónimos para destacar ciertos aspectos de la Palabra de Dios: Ley, Testimonios, Estatutos, Mandamientos, Palabra, Ordenanzas y Caminos. Considerando que este salmo tiene muchos versos maravillosos, me he permito seleccionar algunos que valoran la ley de Dios: Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley (18); Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas (27); Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin (33); Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata (72); Oh, ¡cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación (97); Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (105); Mi boca abrí y suspiré, porque deseaba tus mandamientos (131); Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia (159); He deseado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi delicia (174). BENEFICIOS DE MEDITAR EN LA LEY DE DIOS: 1) Es una muralla que impide desviarse; 2) Evita caer en pecados; 3) Se valora más las riquezas espirituales que las terrenales; 4) Produce satisfacción obedecer a Dios.

CITA SELECTA.-

“Puesto que somos pecadores y malos, no podemos obedecer perfectamente una ley santa. No tenemos justicia propia con que cumplir lo que la ley de Dios exige. Pero Cristo nos preparó una vía de escape. Vivió en esta tierra en medio de pruebas y tentaciones como las que nosotros tenemos que arrostrar. Sin embargo, su vida fue impecable. Murió por nosotros, y ahora ofrece quitar nuestros pecados y vestirnos de su justicia. Si os entregáis a Él y le aceptáis como vuestro Salvador, por pecaminosa que haya sido vuestra vida, seréis contados entre los justos, por consideración hacia Él. El carácter de Cristo reemplaza el vuestro, y sois aceptados por Dios como si no hubierais pecado. Más aún, Cristo cambia el corazón, y habita en el vuestro por la fe. Debéis mantener esta comunión con Cristo por la fe y la sumisión continua de vuestra voluntad a Él”.

(CC 63).

ORACIÓN:

DIOS NUESTRO. GRACIAS PORQUE TU LEY MUESTRA NUESTROS ERRORES Y PECADOS. TE PEDIMOS QUE LOS MÉRITOS DE CRISTO NOS DEN LA FORTALEZA PARA OBEDECER TUS MANDAMIENTOS. POR JESÚS, AMÉN.