El corazón de Dios está dispuesto a perdonar, pero el corazón del hombre debe estar dispuesto a arrepentirse.
El Deseado de Todas las Gentes, pág. 203.
El corazón de Dios está dispuesto a perdonar, pero el corazón del hombre debe estar dispuesto a arrepentirse.
El Deseado de Todas las Gentes, pág. 203.