LEAMOS HOY 21 DE MAYO SALMOS 109.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: SEÑOR, mi Dios, ¡ayúdame!; por tu gran amor, ¡sálvame!”. (Ver. 26).
COMENTARIO HISTÓRICO DE SALMOS 109.-
El salmo 109 se considera un “salmo imprecatorio”. Imprecar” significa “proferir palabras con que se expresa el vivo deseo que alguien sufra un mal”. Los salmos imprecatorios están llenos de súplica por la vindicación del buen nombre del Señor y no tanto por el alivio personal. Para poder comprender este salmo imprecatorio, entendamos que: 1) El pacto sirve para justificar las peticiones imprecatorias desde la perspectiva del hombre que las ora: el horizonte escatológico y la tipología bíblica; 2) La importancia de tener en cuenta cómo Dios actuará en el juicio final. LAS MALDICIONES HUMANAS Y SUS LIMITACIONES.- Así como Balaam a pedido del rey Balac, no pudo maldecir al pueblo de Israel por había sido bendecido por Dios. Del mismo modo, las maldiciones que se expresen contra los hijos de Dios no tendrán ninguna consecuencia, porque el poder de Dios actuará como escudo. LAS BENDICIONES DIVINAS SON ABUNDANTES E ILIMITADAS.- Clamemos a Dios para recibir sus bendiciones. Oremos como oró David: “Ten ahora a bien bendecir la casa de tu siervo, para que permanezca perpetuamente delante de ti, porque tú, Jehová Dios, lo has dicho, y con tu BENDICIÓN será bendita la casa de tu siervo para siempre”. Reclamemos sus bendiciones como lo hizo Jabes: “E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, sí me dieras BENDICIÓN, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió (1 Crón 4:10).
CITA SELECTA.-
“Así es como el hogar cristiano debe ser: una luz en el mundo. De él, mañana y noche, la oración debe elevarse hacia Dios como el humo del incienso. En recompensa, la misericordia y las bendiciones divinas descenderán como el rocío matutino sobre los que las imploran. Padres y madres, cada mañana y cada noche juntad a vuestros hijos alrededor vuestro, y elevad vuestros corazones a Dios en humildes súplicas. Vuestros amados están expuestos a la tentación. Hay dificultades cotidianas sembradas en el camino de los jóvenes y de sus mayores. Los que quieran vivir con paciencia, amor y gozo deben orar. Será únicamente obteniendo la ayuda de Dios como podremos obtener la victoria sobre nosotros mismos.
{Or 153.3}
ORACIÓN:
PADRE. TE IMPLORAMOS QUE NOS PROTEJA DE LAS MALDICIONES QUE SE EXPRESAN HACIA NOSOTROS. TE PEDIMOS QUE TUS BENDICIONES SE MULTIPLIQUEN SOBRE NUESTRAS VIDAS, FAMILIAS Y AMIGOS. POR JESÚS, AMÉN.