“Dios es amor” está escrito en cada capullo de flor que se abre, en cada tallo de la naciente hierba. Los hermosos pájaros que con sus preciosos cantos llenan el aire de melodías, las flores exquisitamente matizadas que en su perfección lo perfuman, los elevados árboles del bosque que con su rico follaje de viviente verdor, todos atestiguan el tierno y paternal cuidad de nuestro Dios y su deseo de hacer felices a sus hijos. El Camino a Cristo, p.10