El sábado fue incorporado en la ley dada desde el Sinaí; pero no fue entonces cuando se dio a conocer por primera vez como día de reposo. El pueblo de Israel había tenido conocimiento de él
El Deseado de Todas las Gentes, cap. 29, pg. 250
antes de llegar al Sinaí. Mientras iba peregrinando hasta allí, guardó el sábado.