Lo único que nos permite obtener una comprensión más perfecta de la verdad consiste en que mantengamos nuestro corazón enternecido y sojuzgado por el Espíritu de Cristo.
DTG, cap. 53, pg. 458.
Lo único que nos permite obtener una comprensión más perfecta de la verdad consiste en que mantengamos nuestro corazón enternecido y sojuzgado por el Espíritu de Cristo.
DTG, cap. 53, pg. 458.